Tus loteras, lotería, El Gordo de Navidad

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Tus loteras. La lotería o loto​ es un juego de apuestas que puede ser desarrollado de modo abierto al público mediante billetes y sorteos. El coleccionismo de billetes de lotería se denomina loterofilia.

El Gordo de Navidad. Igual cae en Beceite otra vez. Lotería Nacional.

Se supone que el nombre de lotería procede del sustantivo italiano lotta, que significa en castellano lucha, porque al parecer se establece una lucha entre el jugador, la suerte y los concurrentes: otros suponen que se deriva del alemán lot, que significa suerte, porque es lo que uno desea en la lotería y demás juegos de azar. Otra definición proviene del latín “loterus” que se usaba en referencia a la suerte de los individuos.

La evidencia más antigua registrada de loterías son billetes keno en China bajo la Dinastía Han entre 205 y 187 a. C. Keno es un tipo de lotería que aún se juega en los casinos chinos de hoy en día. Hay evidencia de que esas loterías chinas antiguas fueron ingresos públicos que ayudaron a financiar la construcción de la Gran Muralla China.

Es tan antiguo este juego de azar que en la descripción de las saturnales de la Antigua Roma lo vemos ya usado por los romanos y se sospecha que éstos fueron sus inventores para hacer más agradables dichas fiestas mediante juegos de azar. Empezaban estas por una distribución gratuita de billetes a los convidados, que ganaban algún artículo de importancia o mérito en el caso de ser favorecidos por la suerte: lo que había escrito en los billetes se llamaba apophaneta. De orden de Augusto se hicieron extracciones con premios de poco valor, mientras Nerón, para halagar al pueblo mandó distribuir hasta mil billetes premiados diarios alguna vez con los cuales se podía hacer la fortuna de algunas familias. Heliogábalo inventó una lotería muy original y consistía en lotes de elevado precio combinados con lotes de muy poco valor: por ejemplo, doce esclavos y doce garbanzos, seis vasos de plata y seis de barro, una libra de fruta y una de oro. Parece que se debe la reaparición de este juego en la Europa moderna al monje Celestino Galiano, que floreció en el siglo XVIII y se dice que inventó otro juego llamado el loto, semejante al de la lotería.

Ya en la Edad Media europea se halla los primeros registros de lotería en los Países Bajos donde en el siglo XV autoridades municipales en Utrecht, Gante, y Brujas financiaban obras públicas mediante la venta de billetes al público para participar en sorteos diversos​, y el primer sorteo público de loterías que se ha documentado ocurrió en Milán en enero de 1449 para financiar las campañas militares de la ciudad contra Venecia; por entonces en la República de Génova existía la costumbre de echar a la suerte el nombre de los cinco senadores que debían ocupar ciertas plazas. El senado genovés estaba compuesto de noventa miembros y para el sorteo se metían en una caja cincuenta bolas, cinco de ellas marcadas, que eran las de los cargos vacantes. El público, que desconocía el nombre de los noventa senadores, hacía apuestas sobre los que pudieran ser los agraciados, las cuales eran objeto de verdadera especulación. Se autorizó a varios banqueros para verificar operaciones regulares, fundándose con tal motivo una lotería por vez primera en 1629 que en pocos años fue imitada en el resto de Italia.

Siguiendo el precedente italiano, en España se introdujo la lotería como monopolio estatal en 1763, mientras que en Francia, la lotería no nació hasta 1776, época en que se constituyó la lotería real bajo patrocinio del gobierno, que persistió después de la Revolución Francesa, fue utilizada por el Consulado, el Directorio y la época napoleónica hasta que fue abolida en 1836.6​ Posteriormente, esta clase de juego se extendió por el resto de Europa y luego en América y el resto del mundo, primeramente bajo auspicio y garantía de los gobiernos en forma de monopolio estatal, y como medio de obtener fondos mediante la venta de billetes a un gran número de apostadores. A partir del siglo XX la lotería ha devenido en una industria a gran escala, que no limita sus fines a obtener rentas para el Estado, y cuyo sostenedor no solamente pueden ser autoridades públicas sino también empresas privadas sujetas a la regulación estatal en varios países.